Praga, la ciudad kafkiana

Esta semana, queridos viajeros, nos adentramos en el encanto de la ciudad de Praga. Al borde del río Moldava, cada año aumenta el número de turistas en la capital de la República Checa.



Considerada como una de las ciudades más bellas del mundo. En el año 2004 fue la sexta capital europea más visitada por los turistas, sólo por detrás de Londres, París, Roma,
Madrid y Berlín. La mayor parte de los atractivos turísticos de la ciudad se concentran en los barrios que componen el casco histórico, es decir: Hradčany, Malá Strana, Staré Město y Nové Město.

Declarado su centro histórico en 1992 patrimonio de la UNESCO (inglés), o patrimonio de la humanidad como también es conocido, su impresionante magnetismo le hacen ser las veinte ciudades más visitadas del mundo.

Una vez explicadas estas pequeñas pinceladas sobre la ciudad, comenzemos desde el principio. Si quieres encontrar vuelos a Praga a muy buen precio, consulta la compañía Wizzair. A la llegada al aeropuerto, debes coger un autobús para ir al centro, concretamente el número 119 hacia la parada Dejuicka. Si vas a visitar Praga dentro de dos meses, ¡estás de enhorabuena!. Por esa época el metro ya llegará al aeropuerto, con lo que no tendrás que coger ningún tipo de autobús.

Una vez allí, en unos diez minutos podrás llegar o bien a Mistele, o a Staromestka, que ya se sitúan en lo que conforma el centro historico de la ciudad. Ahora bien, ¿que debo ver en el centro?

No puedes pisar Praga sin estar en la bella Plaza Starometske. Ahí se sitúa su ayuntamiento antiguo. Su elemento más famoso es el reloj astronómico (Orloj), del año 1410, el más antiguo de su tipo en Europa. Cada vez que da la hora salen unas figuras que representan a los doce apóstoles y otros personajes, el más famoso de los cuales es un esqueleto, que con movimientos afirmativos de la cabeza recuerda la inminencia y universalidad de la muerte. Uno de los edificios renacentistas posee una ventana dorada con el antiguo escudo de la ciudad.

Nos encontramos en el barrio Starè Mesto, el eje histórico de origen medieval. Aquí también podemos visitar la sinagoga vieja-nueva, Es una de las más viejas sinagogogas de Europa, así como la Iglesia de Tyn.

Cambiando de barrio, siempre en el centro, acudimos a Hradcany, el distrito más antiguo de Roma. Ahí se encuentra el castillo de Praga, la fortaleza medieval más grande del mundo. La primera iglesia construida fue dedicada a Nuestra Señora, mientras que la Catedral de San Vito y la Basílica de San Jorge datan del siglo X. Junto a la basílica fue construido el primer convento de Bohemia. Además, en las cercanías del castillo vivió durante muchos años el escritor Frank Kafka, de origen checo, artista del que se sienten muy orgullosos los habitantes de la República Checa, y sobre todo los praguenses.

Para cruzar el río Moldava, que mejor que utilizar el maravilloso Puente Carlos, que ya pertenece al distrito o barrio de Malà Strana. Debe su nombre al monarca que lo mandó construir, el rey Carlos IV, en 1357, y con 30 estatuas y 16 arcos es uno de los principales atractivos turísticos de la capital checa. En esta zona también podemos visitar la Iglesia de San Nicolás y el monasterio de Strahov.

Bueno, una vez vista esta gran cantidad de monumentos, seguró que se nos habrá abierto el apetito, y tal vez las ganas de una buena cerveza checa. Praga se caracteriza por ser una de las ciudades más económicas de Europa, y por ello es fácil que encuentres restaurantes en los que, por tan sólo cinco euros, no puedas salir del sitio de lo lleno que estás

Ahi van algunos sitios tremendamente económicos y tremendamente sabrosos para disfrutar de tu estancia:
- Restaurante Atmosphere (inglés), en el centro, no es el más económico de la ciudad pero si del centro histórico.
- "Na Houdu", dónde podrás degustar comida típica del país, el famoso "Pan Cake" o el "Goulasch dumpling". La parada de metro más cercana es Jihidoz Podebra.
-Divertidísimo restaurante cavernícola "Pravele". Si además vas un sábado o domingo, disfrutarás de un espectáculo de lo más "huga-huga". No puedo contarte más, o podré estropearte la sorpresa, querido viajero ;).
En cualquiera de estos restaurantes, no olvides pedirte una Pilsner, la cerveza típica checa, que seguro encontrarás a muy buen precio.

Si todavía te quedan fuerzas para mover el esqueleto, te recomiendo los siguientes locales nocturnos:
- "Chapeau Rouge" , local bastante multicultural y con todo tipo de música.
- Discoteca Karlovy Lazne(inglés), con cinco plantas, cerca del puente carlos, cada planta con un tipo de música.
- Club Laulea, un poco más caro que los anteriores, pero con maravillosas vistas al río Moldava.
- Bodeguita del medio, mucho ambiente nocturno pero bastante turístico.

Espero que, una vez más, mis humildes consejos hayan servido de ayuda a algún joven viajero.
¡Nashledanou!